Cuando empecé a escribir este post no sabía por dónde partir. Porque me es difícil ponerme en la posición de dar consejos sobre cómo planificar un viaje, algo que hago cada año y cada vez lo hago diferente-con más o menos caos, dependiendo del humor, la época del año, la dirección del viento, etc.-. Pero lo intentaré, ya que si bien para mí es de las cosas más entretenidas que puedo hacer, sé que planificar un viaje puede ser difícil para muchos. Así que se me vino a la mente una imagen: la de muchos montoncitos de piedra que los viajeros dejan en ciertos lugares del planeta, como un saludo a quienes los siguen por esos lares. Planificar un viaje tiene mucho de eso: la primera piedra está en nuestra mano, pero no tenemos idea de cuál seguirá, ni cómo vamos a terminar. Podemos seleccionar algunas piedras que nos gusten, pero tenemos que unirlas, y hacer que el montón no se caiga. Aviso: se va a caer, tanto en el planificar un viaje como cuando estemos en el destino, pero eso es sólo parte del proceso de armar esta pila y dejarla ahí, para siempre en nuestra memoria.
Este post es el intento de hacer mi propio montoncito de piedras, por si a alguien puede ayudarle, motivarle a dar el salto, sobretodo a alguna tierra que no hayan visitado nunca, pero con la que, con seguridad, han soñado varias veces. ¿Cómo partir? ¿Cómo armar un primer plan de viaje? Se me ocurrió ordenar lo que hago en 5 pasos, que parten desde descubrir a qué quieres ir.
- Descubriendo tu propósito: ¿Por qué quieres ir? La respuesta a esta pregunta suele no estar en el lugar sino en ti mismo/a. ¿Quieres saber qué sientes al estar frente al coliseo? O al subir en el London Eye? O al pasear por Le Marais en París? Imagínate aquel lugar que has soñado conocer toda la vida, y todo va a salir bastante natural. Yo una vez me quedé pegada con una imagen que vi en la tele para año nuevo, era Viena, y ¡no paré hasta ir!.
- ¿Cuánto tiempo? El tiempo a dedicar al viaje depende del recorrido, no al revés. Los que estamos tan lejos de Europa cometemos el ERROR de creer que lo mejor es matarnos corriendo de una ciudad a otra. Para mí una de las peores cosas en un viaje es sentirme apurada u obligada a ir a alguna parte!. Con calma – tres ciudades en dos semanas como nivel de calma- podrás conocer lugares como estos en Roma, los conocidos, y los barrios y plazas que forman lo que es esta ciudad hoy (más sobre Roma.. más adelante en el blog).
- ¿Cómo llegar ? Revisa tu itinerario y, si puedes, compra un boleto de destinos múltiples. ¿Qué es esto? Es la opción que te dan las aerolíneas para, en vez de comprar un boleto ida y vuelta, llegar a una ciudad-la que vas a visitar primero- y regresar desde la última. Así, no tienes que comprar otro boleto de regreso a la primera ciudad-evitando el jaleo con las maletas- y además optimizas tiempo. Comprando con anticipación estos boletos son a penas un poquito más caros que los ida y vuelta a la misma ciudad. Por lo menos en Air France, mi aerolínea regalona, así me ha resultado siempre. Con esta forma es mucho más fácil planificar un viaje largo.
- ¿En qué época del año?. Yo he encontrado en septiembre y octubre los mejores meses para viajar a Europa. No hace calor, y corre algo de viento y tampoco hace un frío insoportable. ¡Créanme que caminar hasta el infinito con 35 grados no es agradable!. En otoño según qué ciudad te puede tocar una lluvia infernal, pero suele durar dos horas, nada que un chubasquero no pueda contener-chubasquero, prenda tipo poncho de plástico que no quisiéramos usar nunca, por lo fea, pero que es en extremo útil, especialmente bajo un diluvio.. en un estadio sin techo.. donde tienes cientos de paraguas alrededor que canalizan agua hacia ti.
- Show me the money! Creo firmemente que, dejando aparte el pasaje en avión, Europa se puede recorrer con -casi- todos los bolsillos. Hay hostales, hoteles de todos los presupuestos, además de departamentos. Yo en general uso Airbnb, porque creo es la mejor manera de quedarse al centro de las ciudades sin tener que pagar un ojo de la cara, además de realmente tener una experiencia local. Airbnb es una plataforma donde dueños de alojamientos (personas comunes y corrientes) te arriendan casas completas y habitaciones por el tiempo que quieras. Puede ser que no haya nadie que te haga el desayuno, por ejemplo, lo que te hace ir a resolver esto como toda la gente que vive allpa. Además permite conectarse con lo local, y gastar algo menos, alternando salidas a comer con cocinar en *tu* departamento. Al contrario de lo que podríamos pensar, ciudades como Barcelona, París, Roma, pueden ser más baratas que algunas urbes de Latinoamérica en cuanto a abastecerse en un super (hello, Santiago!!!) o en un mercado tradicional. Como esto te permite ahorrar, es posible quedarse más días y recorrer los lugares de forma más pausada, sin apurarte si no lo quieres hacer, y por lo tanto, conectándote mucho más con ellos y contigo mismo.
Hay un último punto que es… soñar y volver al punto 1. ¿Qué sueñas conocer, o qué sueñas volver a ver, si ya fuiste?
5 Comentarios
[…] Te dejo también algunas ideas que te ayudarán a planificar el viaje de tus sueños. […]
[…] Consejos de Viaje […]
Excelente consejos. Me encantaria leer mas sobre tu vistas a Gran Britaña y Estados Unidos.
Por favor no dejes de escribir me gusto mucho. Espero a vet que ptros datos vas a dejarnos. Ademas eres muy entretenida de leer
Gracias!! Ya hay un par de posts más, sobre Roma y consejos de viaje 🙂