Cómo viajar solo con maleta de cabina

Cómo viajar un mes con maleta de cabina

by Maria Ines

Les cuento que acabo de hacer un viaje de exactamente un mes llevando una mochila y una maleta de cabina. Jamás pensé que iba a poder hacer esto: acostumbrada a llevar la vida y más en una maleta grande, con los consiguientes problemas para transportarla, este fue un desafío que me impuse y que logré.

No exenta de bastantes sacrificios, la decisión de llevar sólo maleta de cabina tuvo tantos beneficios que cambió mi manera de viajar. Ir sólo con maleta de cabina me permitió moverme fácilmente por todas partes: ya no fue mayor problema ir con la maleta por los múltiples buses y transportes chicos que tomé. Asimismo, fue mucho más fácil subir escaleras en el metro, o moverme hacia los alojamientos. Y lo mejor, lejos, fue evitarme los 30 a 45 minutos de espera en los counter para facturar la maleta.

Mi viaje consistió de 4 semanas por el mediterráneo + Balcanes, a fines de agosto y septiembre. Es decir, me tocó bastante verano, aunque también algo de frío en Bosnia central. Por lo tanto, el equipaje incluyó más que nada ropa y accesorios de verano.

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Sé que parece imposible hacer un viaje de un mes con maleta de cabina, pero hoy día es también necesario: te puedes ahorrar como mínimo USD 100 en facturación. Y honestamente, si yo pude, creo que cualquiera podría! Así que aquí te cuento cómo lo hice:

1. MI MALETA DE CABINA

Antes que nada, te muestro aquí mi maleta de cabina: no está nueva, tiene varios años, pero la ventaja que tiene es que es que es bastante profunda, lo que me permitió llevar muy bien la ropa para un mes. Esta es:

2. CÓMO ORGANIZAR LA MALETA DE CABINA

Sabiendo que iba a ser una tarea compleja meter todo el equipaje en esta maleta de cabina, me propuse llevar sólo la cantidad de ropa que cupiera en una de sus caras. La otra, la dejé para los packing cubes, estos organizadoress que fueron los que realmente me cambiaron la forma de empacar.

Con estos organizadores pude reducir volumen del equipaje y así llevar solo una maleta de cabina. Los míos los compré en un pack de 3 -hay uno más grande, que no usé- en esta tienda. Estos son. El más pequeño es de 23x 20 x 2,5 cm. y el mediano, de 28 x 23 x 5 cm.. Ambos son de buen tamaño para una maleta de cabina.

3. CÓMO USAR LOS PACKING CUBES

Cuando abrí los packing cubes de arriba me hice la pregunta que temía hacerme: ¿cómo uso esto ahora?. Así que lo que hice fue partir con el más pequeño: en él logré empacar toda la ropa interior (para 7 días), 4 calcetines, y el traje de baño. Parece demasiado, pero es totalmente posible.

En el organizador mediano, incorporé los 3 shorts, el pañuelo además de las bolsas Ziploc con eletrónicos, medicamentos y accesorios. Y esto fue posible al doblar muy bien los shorts -básicamente, se doblan en 3, como toda la ropa. Sobre esto les contaré más adelante.

4. QUÉ ROPA LLEVAR PARA UN MES EN EUROPA

Una de las cosas sorprendentes que logré fue hacer que el 100% de la ropa cupiera en la maleta de cabina. Y esto fue lo que empaqué para el viaje de un mes:

  • Dos pares de pantalones tipo jeans.
  • Dos pares de shorts, para los días calurosos
  • 8 poleras manga corta.
  • 1 polera manga larga, que usé a la vez para viajar
  • 1 chaqueta delgada, tipo corta viento
  • 1 sweater o cardigan delgado. Lo agregué porque tenía un par de viajes a la montaña. Lo usé sólo un par de días.
  • 1 par de sandalias y 1 par de zapatos cerrados (no los usé porque me resultaron muy incómodos). Zapatillas, puestas en el viaje.
  • 1 vestido largo y 1 vestido más corto, para la playa
  • 1 traje de baño y 1 camisa para usar con él
  • 5 pares de calcetines , y ropa interior para 7 días.
  • 1 pañuelo largo para el cuello, por si algún día me daba frío. Esta fue una de las cosas que agradecí haber llevado en la maleta.

Todo lo que les cuento lo empaqué en una de las caras de la maleta, tal como les muestro en la imagen aquí. Incluyo también los zapatos bajos y un par de zapatillas de agua, mis inseparables para las playas del Mediterráneo:

Los accesorios que llevé fueron los siguientes

  • Una toalla de microfibra, enrollada al máximo. La gran ventaja de esta toalla es lo rápido que se seca al lavarla.
  • Un paraguas pequeño.
  • Una bolsa Ziploc con medicamentos: incluí algunos antibióticos, un par de antiácidos, una crema para picaduras y unas gotas. *Llevo antibióticos porque sé exactamente cuándo tomarlos si los necesito, y si tengo dudas le pregunto a un médico.
  • 1 bolsa Ziploc con artículos electrónicos: cables de conexión, adaptador, memorias de cámara y otras cositas.
  • 1 bolsa Ziploc con accesorios, 3 collares, 5 pulseras y 3 aros pequeños. No usé los collares (nunca más los llevo).
  • 1 bolsa grande para la compra, de género, muy liviana
  • Mi cartera de uso diario.

Así, en el otro lado de la maleta, todo se ve así:

5. CÓMO DOBLAR LA ROPA

Junto con usar organizadores, el encontrar un nuevo método de doblar la ropa fue lo que hizo la diferencia, para poder llevar tanto equipaje como necesitara en un mes. Aquí no inventé la rueda, vi consejos de múltiples viajeros que hicieron lo mismo, y lo adapté. Pantalones, blusas largas, poleras o sweaters, todo de la misma forma. En esta imagen te explico cómo (ojo que no son mías, las obtuve aquí)

En este link podrás ver cómo doblar otro tipo de ropa. Este método funciona para todo, y lo mejor es que te permite ir mirando la ropa que tienes, y volver a dejar en su lugar ropa que vayas a sacar.

Antes de empacar hice una prueba y fui quitando ropa que había sumado y que podría no necesitar. Así se fueron un vestido, un par de poleras y una chaqueta.

6. EL RESULTADO FINAL: ¿FUNCIONA O NO?

Durante mi viaje me moví bastante, estuve en 8 ciudades y alojamientos diferentes, y en 5 aeropuertos. La maleta pesó al inicio 11,5 Kg y luego de un par de semanas, subió a unos 12,5 Kg. Pude sumar algunas cosas que compré en el viaje, algunos recuerdos y chocolates, que cupieron, aunque con bastante esfuerzo.

La ropa se mantuvo en su lugar buena parte del tiempo. Sacaba de forma fácil lo que necesitaba para cada día, y después incorporaba de nuevo la que lavaba. Así que la forma de doblar que usé, me ayudó mucho a mantener el orden de la maleta.

Finalmente, me devolví con dos maletas!! Esto, porque en mi destino final compré algunas cosas que simplemente no me cabían en la maleta de cabina. No fui yo, fue Barcelona. Sin esto, habría podido volver solo con la maleta de cabina, aún sumando algunos recuerdos de viaje que compré.

Con todo esto, lo único que me queda decirles es que lo prueben! Hagan la prueba con un viaje corto, y vean si les acomodaría meter un poco de ropa extra, y un par más de zapatos, para un viaje más largo. Se puede viajar ligero, de todas maneras. Yo no volveré a viajar con maleta grande, si puedo evitarlo.

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