Londres: Cuatro vistas del Tamesis para quedar sin aliento

Londres para mí es muy especial. No sé si es su historia, su alma cosmopolita que se plasma en algo tan cotidiano como el metro -el underground o tube-,  o es su día a día, la gente yendo a sus trabajos,  comiendo en los parques, los mercados.. Hay muchísimo en esta ciudad que te lleva a un rincón de tu lugar de origen, ya sea en su gente o sus edificios, pero también una variedad de lugares únicos e incomparables. Muchos de ellos alrededor de su río, el Tamesis o Thames.

Simplemente caminar en Londres ya es todo un regalo. Una vez alguien me dijo que su gran atractivo no son los grandes íconos, a diferencia de París, sino los detalles que la hacen única: las cabinas de teléfono, los taxis, los centros comerciales antiguos, tipo galerías, los salores para tomar té, los parques, que ofrecen un descanso y a la vez una posibilidad de conexión.

En este post describo uno de mis recorridos favoritos en Londres: el río Tamesis. En este río se acumula la historia de una ciudad milenaria, siguiendo vivo hasta hoy, sin parar de reinventarse.  Pasear entre los puentes, cruzarlos, sentir la ciudad pasar en sus riberas, es lo que hace única una visita a Londres.
¿Cuáles vistas del Tamesis  realmente me quitaron el aliento? Estas que están acá:

SOBRE EL TAMESIS: EL PUENTE DE LA TORRE DE LONDRES

Este es el puente más conocido sobre el Tamesis, el que se roba las miradas por su señorío y sus colores. Está un poco aguas abajo de la Torre de Londres y las vistas desde ella hacia él son simplemente impresionantes. Es posible conocer el puente desde dentro, lo que realmente vale la pena, porque puedes subir y cruzarlo pero por arriba. Se siente como que estuvieras flotando sobre el río, y puedes tener una vista como la que está en la tercera foto, aquí:

MIRANDO AL TAMESIS: SOUTHWARK

Esta zona de la ribera del Thames -izquierda o derecha, nadie se pone de acuerdo- es donde está el museo TATE, el Borough Market y la moderna aguja, un edificio triangular que rompe cualquier estilo. También está el HMS Belfast, buque de guerra, y una reproducción del barco de Sir Francis Drake. O sea, mucha historia, de todas las épocas, y también modernidad y espacios de encuentro para todos. Hay varios pubs también, con vista al río, uno de ellos éste. ¡Es una de mis partes favoritas de Londres!

DESDE EL TAMESIS HACIA ST. PAUL’S CATHEDRAL

En la época del bombardeo nazi, los habitantes de Londres tomaban turnos para apagar los incendios que dejaban las bombas y así salvar su catedral.  Hoy es casi imposible imaginarse esos tiempos, con estas vistas desde el Thames de la famosa cúpula. Ésta, desde el Millenium Bridge, tomada al atardecer. El puente une el Tate con St. Paul’s, Southwark y la City. Y la segunda, una vista desde el London Bridge -diferente al de London’s Tower Bridge, el de arriba-.

EL TAMESIS DESDE EL LONDON EYE

Una de las mejores formas de ver la majestuosidad del Thames es en el London Eye. Sí, es turístico, pero no importa mucho cuando la rueda se empieza a mover y comienzas a ver el Tamesis en todo su esplendor. Las vistas son maravillosas! Acá sólo un par de ellas. Nos movemos muy lento, y la ciudad y el río siguen su trajín muy de prisa.

Una forma de aprovechar al máximo tu tiempo en Londres es, para ciertas atracciones, adquirir de antemano un pase, para evitarte el tiempo de espera en fila y también acceder a otras atracciones con descuentos. El que te presento aquí, el Online City Pass, es un servicio que te entrega acceso al London Eye + transporte desde y hacia el aeropuerto que escojas en Londres.

El Thames es accesible en transporte público,  y una de las mejores formas de conocerlo es navegándolo. Para ello hay numerosos cruceros y también barcos o ferries a los que se accede con la tarjeta de transporte de la ciudad, la Oyster. Las paradas de este servicio y las tarifas están en esta web. Aquí, la autoridad de transportes de Londres, ofrece información exclusiva para moverse por el río.La verdad es que sólo viendo estas fotos me vinieron unas ganas tremendas de volver.  ¡Londres se merece las visitas que hagan falta!