Dubrovnik la joya del Adriático

Dubrovnik: cómo recorrer la joya del Adriático

by Maria Ines

No sé por qué me resultó tan complicado llegar a Dubrovnik, una de las más turísticas de Croacia, pero la verdad es que así fue. Desde Roma -está al frente- me costó dos escalas de avión y ¡tres vuelos de media hora!. A principios de septiembre aún no se había terminado el verano, había mucho que hacer aún, y sin embargo había ya poca oferta de vuelos directos; las rutas menos frecuentes operan desde junio hasta la primera semana de septiembre más o menos.

Y ése sería el único contratiempo en realidad,  porque lo que siguió fueron días brillantes: mucho sol, calor, música, además de comida maravillosa y gente amable. Incluso apareció la oportunidad de probar la comida de la vecina Bosnia. Era como un gran balneario en que lo único que importaba era pasarlo bien, pero a ritmo de cada uno. Así que partamos recorriendo, de dentro hacia afuera:

LOS PALACIOS DE DUBROVNIK

Dubrovnik se ubica en el sur de Croacia, en la zona de Dalmacia, y tiene como principal atractivo su parte antigua, rodeada de murallas construidas desde el siglo XI. Símbolo de su poder y fortaleza, las murallas protegieron las joyas de esta ciudad por siglos. Su casco antiguo acoge un sinfín de construcciones antiguas, como por ejemplo, sus iglesias y palacios, en los que se nota claramente la gran influencia veneciana y son testimonio de su importancia como puerto y centro comercial.

La parte antigua de Dubrovnik es pequeña; no tardas más de media hora en cruzarla completa si se hace por la Stradun, su calle principal. Sin embargo, tiene muchos rincones y atractivos que visitar. Por ejemplo, el palacio del Rector, frente a la catedral, cuyos arcos son muy similares a palacios que podamos encontrar en Florencia o Siena. Aquí residía el gobernante de la ciudad.

Hacia el Palacio Rector Dubrovnik

El Palacio Sponza es otro ejemplo, y se encuentra al comienzo de la Stradun o calle principal, y al lado de la llamativa torre del reloj. Por él se encuentra una de las entradas por la muralla, que permite ir rápidamente hacia el puerto antiguo.

Dubrovnik la joya de Croacia

Palacio Stronza

LAS IGLESIAS DE DUBROVNIK

Dubrovnik tiene una gran tradición católica y eso se refleja en sus múltiples iglesias. Para partir, la  catedral, que está casi frente al Palacio Rector, es de visita indispensable. Este edificio es de principios del siglo XVIII, ya que la catedral anterior fue destruida por un terremoto en 1667. Éste devastó buena parte de Dubrovnik antiguo, aunque la catedral fue rápidamente reconstruida.

Me pasa que tengo una fascinación inexplicable por las reliquias en las iglesias. No sé por qué, pero me encanta ver huesos de santos, tejidos, ornamentas. No sé de dónde viene, supongo que es porque acá en Sudamérica no tenemos nada de eso. Así que fuerte fue mi sorpresa al saber que en la pequeña catedral de Dubrovnik se guardan ¡restos de la mismísima cruz de Cristo!. Además, la Catedral guarda  una gran cantidad de restos de santos:  en la foto se ven como brazos y piernas recubiertos de bronce, siendo los más importantes los de San Blas, que están cubiertos por arcas de oro y piedras preciosas, y precisamente el trozo de la cruz de Cristo-incrustado en la cruz de oro del centro de la imagen-. Tener tantas reliquias en la antigüedad daba un status a las iglesias, y las convertían en lugar de pregrinaje (lo que significa más ingresos). Por dentro la Catedral es barroca y, por fuera, un remanso para descansar de las innumerables vueltas que nos podemos dar por el casco antiguo.

Dubrovnik la joya de Croacia

Reliquias de la Catedral de Dubrobnik

Otra iglesia destacable es la de San Blas, muy próxima a la Catedral y algo parecida.  En esta iglesia, si descansas en sus escalinatas, tendrás wifi (¡qué mejor!) y en la noche en verano suele haber buenos músicos poniendo la banda sonora a esos atardeceres.

Dubrovnik la joya de Croacia

Dubrovnik Iglesia de San Blas

Otro punto a visitar es la iglesia jesuita de San Ignacio de Loyola, precedida de una gigantesca escalinata (conocida por quienes han visto  la serie Game of Thrones -¿les suena el walk of shame? Lo filmaron acá). Desde la plaza de esta iglesia se puede ver  buena parte de la ciudad antigua.

Dubrovnik la joya de Croacia

Iglesia San Ignacio de Loyola

LAS CALLES DE DUBROVNIK

La Stradun o calle central, une la ciudad antigua y permite atravesarla en poco tiempo. Como es muy transitada, no faltan en esta calle los artistas, pintores, cantantes,  que dan vida a esta zona.

Dubrovnik la joya de Croacia

Stradun Dubrovnik

Y a partir de ella, surgen numerosas calles estrechas, pequeñas, que comienzan en el plano y continúan subiendo hasta alcanzar las murallas. Desde estas calles se tiene una vista maravillosa, además de  permitir adentrarse un poco hacia el Dubrovnik menos turístico, más residencial. Asimismo, los numerosos arcos que envuelven varias de sus calles, pareciera que extienden las viviendas sobre las personas.

Como les comentaba antes, Dubrovnik es parada de innumerables cruceros,  por lo que gran cantidad de turistas se mueven por sus murallas y calles durante el día. Cuando se van, la ciudad vieja se queda bastante más vacía para los que nos quedamos. Y aquí, un consejo, que ya adivinaron seguramente: ir al menos una vez a Dubrovnik y quedarse dentro de las murallas, aunque sea un par de días. La atmósfera bien especial, como de perpetuas vacaciones, inundaba todo después de esconderse el sol.

LA MURALLA DE DUBROVNIK

Las murallas de Dubrovnik forman parte muy importante de su historia y cultura de ciudad. Hoy son más que vestigios de una época en que la ciudad estaba bajo ataques, puesto que son también un motivo de orgullo para sus habitantes. Desde distintos puntos de fuera de la ciudad es posible acercarse y obtener panorámicas de las murallas como ésta:

Entrando por un pasadizo cercano a la torre del reloj, se puede -hoy- fácilmente dejar atrás la muralla de Dubrovnik e ir hacia el puerto antiguo. Aquí es posible tomar distintos paseos en barco por la zona, además de tener la preciosa vista que hay acá:

Dubrovnik es una ciudad amigable y en la que realmente puedes pasear sin estrés, tomándote todo el tiempo del mundo para comer, tomar un café o un helado, y recorrer sin prisa. Es realmente muy pequeño, y si miras con atención, podrás descubrir secretitos como éste: por una de las calles de atrás de la catedral encontrarás un pasadizo en la muralla, que te conducirá hacia un bar/playa -en realidad es un balneario en medio de roqueríos-, fabuloso para esperar la puesta de sol.

 

1 Comentario

MÁS POSTS DE INTERÉS

1 Comentario

maria ines 20/06/2018 - 11:31 PM

Que maravilla, tu relato muy amigable, me hacia sentir el recorrido bajo una brisa marina..

Respuesta

Deja tu comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Asumimos que estás OK pero puedes deshabilitarlas si quieres. Aceptar Leer más

Política de Privacidad y Cookies